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La tartera y los platillos son de Cosas, la tienda de Carmen en C/ Zurbano
A comienzos de
la década de los setenta del siglo pasado constituyeron un plato de repostería
muy frecuente de cualquier celebración familiar. Las galletas María eran el
producto más asequible, después del pan, para acompañar una taza de café con
leche o leche sola en los desayunos infantiles. El relleno se adaptaba a los
contenidos de la alacena, siendo frecuente la mermelada de tomate, que ahora
está tan de moda. El punto de opulencia lo proporcionaba el coco rallado que,
debido a su elevado coste, era usado con bastante parquedad.
Su elaboración
es rápida y sencilla, su sabor tiende a mejorar el día después y pueden
conservarse varios días en el frigorífico si se ponen en un recipiente cerrado.
Emparedados de galletas María
2 paquetes de
galletas María, leche condensada cocida,
1 cucharada de
brandy, amaretto, etc.,
café, coco rallado,
azúcar
Untar el lado liso de
una galleta con leche condensada cocida, cubrir con otra galleta, formando un
emparedado. Repetir hasta conseguir la cantidad deseada. Poner en un plato
hondo café solo, un poco de azúcar y el licor. Poner coco rallado en otro plato
hondo. Pasar los emparedados por el café y rebozar en el coco. Dejar que
reposen unas horas antes de consumir para que el café ablande las galletas.
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Dichos y hechos de una población que perteneció a la Encomienda Mayor de Castilla