Dichos y hechos de una población que perteneció a la Encomienda Mayor de Castilla
domingo, 1 de octubre de 2017
viernes, 14 de julio de 2017
viernes, 30 de junio de 2017
Afammer-Agudo y la celebración de San Benito
Perseverantes en el empeño de recuperar y divulgar el
patrimonio local y la cultura tradicional, Afammer-Agudo ha decidido aceptar la
propuesta de nuestro párroco para restablecer la celebración de San Benito,
patrón de la iglesia parroquial.
En otros tiempos el santo titular de la parroquia fue muy
celebrado por nuestros antepasados. No se conocen muchos datos al respecto,
pero en el libro cancelario de la Virgen del Rosario se menciona la compra de
un toro para las celebraciones a medias
con los de San Benito. Salva Jiménez recoge en su blog (38 grados norte;
marzo de 2011; cofradías) una orden del Conde de Aranda, datada en 1770, sobre
las cofradías, hermandades y otras asociaciones religiosas, que aporta algunos
datos sobre San Benito: También hay un
voto de villa por el título del Patrono y Señor San Benito en el que por los
señores de su Ayuntamiento anualmente se nombra un sugeto con el cargo de
Prioste que tiene la obligación en la festividad de dicho Santo de matar un
toro como gasto hascenderá a cien escudos o reales poco más o menos, y además
hace su convite a los de Ayuntamiento este a su arbitrio.
Este año la fiesta será bastante más comedida. Se
ofrecerá una misa a San Benito el martes, 11 de julio, a las 20:00 horas. A
continuación tendrá lugar una modesta
verbena en la puerta de la iglesia parroquial, en un intento de rememorar la
celebración antigua (lo del toro no se va a recuperar… de momento).
lunes, 26 de junio de 2017
El Corpus, la Octava y la hermandad Sacramental
Tras un
periodo del que se carece de información, la Hermandad Sacramental
fue refundada el 28 de junio de 1609 y, desde entonces, ha mantenido su
actividad hasta el momento presente, exceptuando una breve interrupción entre
1865 y 1880. Durante estos cuatro siglos de existencia, la institución ha
sufrido numerosas modificaciones en consonancia con el devenir de los tiempos,
la mentalidad de autoridades eclesiásticas y la evolución de la propia
comunidad que la ha respaldado. En este tiempo ha conocido tres ordenanzas
distintas y ha perdido buena parte de los elementos que la definían, pero hasta
la fecha ha conseguido sobrevivir a todos los obstáculos con los que se ha
encontrado.
Iglesia parroquial de San Benito. Puerta del lado del Evangelio. |
sábado, 24 de junio de 2017
Tartaletas de espinacas
Compré unos moldes de silicona, que quedan a medida para las obleas de empanadillas de La Cocinera, y hago con ellos una gran variedad de tartaletas en muy poco tiempo. Se pueden rellenar de casi cualquier cosa y con solo cambiar un ingrediente aparentan ser un plato diferente. Como ejemplo quedan estos dos modelos.
Empanadillas de espinacas y tres quesos
Sabores en el recuerdo. Los emparedados de galletas María
La tartera y los platillos son de Cosas, la tienda de Carmen en C/ Zurbano
A comienzos de
la década de los setenta del siglo pasado constituyeron un plato de repostería
muy frecuente de cualquier celebración familiar. Las galletas María eran el
producto más asequible, después del pan, para acompañar una taza de café con
leche o leche sola en los desayunos infantiles. El relleno se adaptaba a los
contenidos de la alacena, siendo frecuente la mermelada de tomate, que ahora
está tan de moda. El punto de opulencia lo proporcionaba el coco rallado que,
debido a su elevado coste, era usado con bastante parquedad.
Su elaboración
es rápida y sencilla, su sabor tiende a mejorar el día después y pueden
conservarse varios días en el frigorífico si se ponen en un recipiente cerrado.
Emparedados de galletas María
2 paquetes de
galletas María, leche condensada cocida,
1 cucharada de
brandy, amaretto, etc.,
café, coco rallado,
azúcar
Untar el lado liso de
una galleta con leche condensada cocida, cubrir con otra galleta, formando un
emparedado. Repetir hasta conseguir la cantidad deseada. Poner en un plato
hondo café solo, un poco de azúcar y el licor. Poner coco rallado en otro plato
hondo. Pasar los emparedados por el café y rebozar en el coco. Dejar que
reposen unas horas antes de consumir para que el café ablande las galletas.
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martes, 13 de junio de 2017
Recuerdos de comunión
A lo que parece fueron unas
monjas españolas las que crearon la técnica del papel repujado hace ya más de
dos siglos. Es por ello que en algunos países a las tarjetas ejecutadas con ese
procedimiento se les denomina tarjetas españolas.
Su ejecución no requiere de grandes
habilidades ni desembolsos. Papel vegetal, unos pocos útiles sencillos y cierta
dosis de paciencia es todo lo que se necesita para realizar cualquier proyecto
por complicado que parezca.
Seguramente sean las tarjetas los
trabajos más generalizados, aunque también dan mucho juego detrás de un
cristal, ya sea en cajas o delimitando una fotografía. A mí me gustan con fotos
antiguas, de bautizos, comuniones y bodas, preferentemente con imágenes en
blanco y negro o sepia.
Las comuniones de este año
tendrán lugar en dos semanas; si alguien tiene ganas de ponerse con ello, ahí
dejo algunas ideas.
Una segunda oportunidad
El baño se
diseñó para una persona con movilidad reducida. Se optó por un espacio grande y
con pocas piezas (lavabo y váter). El pavimento se eligió en color lila y las
paredes se alicataron con una loseta blanco roto y una franja estrecha en verde
botella; así pues, lila y verde eran los colores que marcarían la elección
posterior de los accesorios para este espacio.
Contábamos con
tres estanterías pintadas en un verde muy oscuro, que andaban rodando por la
casa desde hacía años y no acabábamos de ubicarlas en ningún lugar. Sobre el
verde original se aplicó un esmalte blanco roto, se decapó, se realizó un
estarcido a medida y se remató con una pátina verde claro. Dos se colocaron
junto al lavabo y la tercera sobre váter.
Debajo de las
estanterías próximas al lavabo se pusieron dos perchitas, reutilizadas, para colgar las
toallas de manos; para las de baño, más pesadas, se adquirieron unos colgadores
muy sencillos de acero empolvado.
El accesorio para el papel
higiénico se sustituyó por una percha y una tira de tela, que permite ajustar
la altura. Dos jarrones con la misma decoración y diferente tamaño, que estaban
desaprovechados, se utilizaron como escobillero y macetero sobre la cajonera,
respectivamente.
La cajonera
(anteriormente un mueble en crudo destinado a la bodega) se pintó con esmalte
lila y a los cajones se les aplicó un tinte verde, un barniz incoloro y un
estarcido a medida. Las mismas técnicas se utilizaron en el espejo sobre el
lavabo que, además, se remató con una pátina verde claro.
La toalla grande
de un juego "recuerdo de Canarias" se ajustaba perfectamente al tamaño de la
ventana y se decidió usarla como cortina. Las dos más pequeñas se colgaron
junto al lavabo, ocultando los enchufes e interruptores eléctricos; penden de
un aro realizado con mimbre, cuerda y cinta.
Una rama de hiedra estarcida
Desde hacía más de una década tenía una estantería sin rematar dando vueltas por la cámara. Le había aplicado un decapado en verde carruaje y verde oliva, que no me disgustaba, pero no terminaba de encontrarle sitio. Hace unas semanas me encontré una plantilla vieja y se me ocurrió modificar el tamaño y terminar el estante; el acabado no es espectacular, aunque queda aceptable. Como no tenía muy claro el lugar y la altura donde iba a colocarlo, realicé el estarcido en ambas caras de la balda.
Días después compré en el mercadillo, por cuatro euros, un mantel de algodón muy apropiado para tunearlo. Alternaba espacios adamascados con otros lisos que se me ajustaban bastante bien a la nueva plantilla. Fue muy cómodo de pintar, pues los cambios de textura del propio tejido sirvieron de orientación para colocar la plantilla. El resultado es más que pasable, teniendo en cuenta la inversión de tiempo y dinero efectuada.
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