domingo, 1 de octubre de 2017

La Virgen del Rosario y los auroros

Acta de fundación de la hermandad de Nuestra Señora del Rosario, 1575

         La cofradía se estableció en 1575 y continúa vigente en nuestros días. Desde los primeros momentos mantuvo sus puertas abiertas a todos los fieles cristianos, sin aparentes distinciones de sexo o estado, siempre que se comprometieran a rezar una vez a la semana todo el Rosario de Nuestra Señora que es quince veces el paternóster y ciento cincuenta avemarías.

viernes, 30 de junio de 2017

Afammer-Agudo y la celebración de San Benito



Perseverantes en el empeño de recuperar y divulgar el patrimonio local y la cultura tradicional, Afammer-Agudo ha decidido aceptar la propuesta de nuestro párroco para restablecer la celebración de San Benito, patrón de la iglesia parroquial.
En otros tiempos el santo titular de la parroquia fue muy celebrado por nuestros antepasados. No se conocen muchos datos al respecto, pero en el libro cancelario de la Virgen del Rosario se menciona la compra de un toro para las celebraciones a medias con los de San Benito. Salva Jiménez recoge en su blog (38 grados norte; marzo de 2011; cofradías) una orden del Conde de Aranda, datada en 1770, sobre las cofradías, hermandades y otras asociaciones religiosas, que aporta algunos datos sobre San Benito: También hay un voto de villa por el título del Patrono y Señor San Benito en el que por los señores de su Ayuntamiento anualmente se nombra un sugeto con el cargo de Prioste que tiene la obligación en la festividad de dicho Santo de matar un toro como gasto hascenderá a cien escudos o reales poco más o menos, y además hace su convite a los de Ayuntamiento este a su arbitrio. 
Este año la fiesta será bastante más comedida. Se ofrecerá una misa a San Benito el martes, 11 de julio, a las 20:00 horas. A continuación tendrá lugar una  modesta verbena en la puerta de la iglesia parroquial, en un intento de rememorar la celebración antigua (lo del toro no se va a recuperar… de momento).


lunes, 26 de junio de 2017

El Corpus, la Octava y la hermandad Sacramental


         Tras un periodo del que se carece de información, la Hermandad Sacramental fue refundada el 28 de junio de 1609 y, desde entonces, ha mantenido su actividad hasta el momento presente, exceptuando una breve interrupción entre 1865 y 1880. Durante estos cuatro siglos de existencia, la institución ha sufrido numerosas modificaciones en consonancia con el devenir de los tiempos, la mentalidad de autoridades eclesiásticas y la evolución de la propia comunidad que la ha respaldado. En este tiempo ha conocido tres ordenanzas distintas y ha perdido buena parte de los elementos que la definían, pero hasta la fecha ha conseguido sobrevivir a todos los obstáculos con los que se ha encontrado.

Iglesia parroquial de San Benito. Puerta del lado del Evangelio.

sábado, 24 de junio de 2017

Tartaletas de espinacas


Compré unos moldes de silicona, que quedan a medida para las obleas de empanadillas de La Cocinera, y hago con ellos una gran variedad de tartaletas en muy poco tiempo. Se pueden rellenar de casi cualquier cosa y con solo cambiar un ingrediente aparentan ser un plato diferente. Como ejemplo quedan estos dos modelos.

Empanadillas de espinacas y tres quesos

Sabores en el recuerdo. Los emparedados de galletas María

La tartera y los platillos son de Cosas, la tienda de Carmen en C/ Zurbano

         A comienzos de la década de los setenta del siglo pasado constituyeron un plato de repostería muy frecuente de cualquier celebración familiar. Las galletas María eran el producto más asequible, después del pan, para acompañar una taza de café con leche o leche sola en los desayunos infantiles. El relleno se adaptaba a los contenidos de la alacena, siendo frecuente la mermelada de tomate, que ahora está tan de moda. El punto de opulencia lo proporcionaba el coco rallado que, debido a su elevado coste, era usado con bastante parquedad.
         Su elaboración es rápida y sencilla, su sabor tiende a mejorar el día después y pueden conservarse varios días en el frigorífico si se ponen en un recipiente cerrado.

Emparedados de galletas María
2 paquetes de galletas María, leche condensada cocida,
1 cucharada de brandy, amaretto, etc.,
café, coco rallado, azúcar
Untar el lado liso de una galleta con leche condensada cocida, cubrir con otra galleta, formando un emparedado. Repetir hasta conseguir la cantidad deseada. Poner en un plato hondo café solo, un poco de azúcar y el licor. Poner coco rallado en otro plato hondo. Pasar los emparedados por el café y rebozar en el coco. Dejar que reposen unas horas antes de consumir para que el café ablande las galletas.

martes, 13 de junio de 2017

Las posibilidades de una plantilla


Recuerdos de comunión



A lo que parece fueron unas monjas españolas las que crearon la técnica del papel repujado hace ya más de dos siglos. Es por ello que en algunos países a las tarjetas ejecutadas con ese procedimiento se les denomina tarjetas españolas.


Su ejecución no requiere de grandes habilidades ni desembolsos. Papel vegetal, unos pocos útiles sencillos y cierta dosis de paciencia es todo lo que se necesita para realizar cualquier proyecto por complicado que parezca.
Seguramente sean las tarjetas los trabajos más generalizados, aunque también dan mucho juego detrás de un cristal, ya sea en cajas o delimitando una fotografía. A mí me gustan con fotos antiguas, de bautizos, comuniones y bodas, preferentemente con imágenes en blanco y negro o sepia.
Las comuniones de este año tendrán lugar en dos semanas; si alguien tiene ganas de ponerse con ello, ahí dejo algunas ideas.

Unas mesitas de noche renovadas

Las mesitas antes y después de la renovación

Una segunda oportunidad

         El baño se diseñó para una persona con movilidad reducida. Se optó por un espacio grande y con pocas piezas (lavabo y váter). El pavimento se eligió en color lila y las paredes se alicataron con una loseta blanco roto y una franja estrecha en verde botella; así pues, lila y verde eran los colores que marcarían la elección posterior de los accesorios para este espacio.


         Contábamos con tres estanterías pintadas en un verde muy oscuro, que andaban rodando por la casa desde hacía años y no acabábamos de ubicarlas en ningún lugar. Sobre el verde original se aplicó un esmalte blanco roto, se decapó, se realizó un estarcido a medida y se remató con una pátina verde claro. Dos se colocaron junto al lavabo y la tercera sobre váter.


         Debajo de las estanterías próximas al lavabo se pusieron dos perchitas, reutilizadas, para colgar las toallas de manos; para las de baño, más pesadas, se adquirieron unos colgadores muy sencillos de acero empolvado.


El accesorio para el papel higiénico se sustituyó por una percha y una tira de tela, que permite ajustar la altura. Dos jarrones con la misma decoración y diferente tamaño, que estaban desaprovechados, se utilizaron como escobillero y macetero sobre la cajonera, respectivamente.

 La cajonera (anteriormente un mueble en crudo destinado a la bodega) se pintó con esmalte lila y a los cajones se les aplicó un tinte verde, un barniz incoloro y un estarcido a medida. Las mismas técnicas se utilizaron en el espejo sobre el lavabo que, además, se remató con una pátina verde claro.
         La toalla grande de un juego "recuerdo de Canarias" se ajustaba perfectamente al tamaño de la ventana y se decidió usarla como cortina. Las dos más pequeñas se colgaron junto al lavabo, ocultando los enchufes e interruptores eléctricos; penden de un aro realizado con mimbre, cuerda y cinta.
       La decoración se completó con unas pocas piezas cerámicas que había por la casa.


         

         

Una rama de hiedra estarcida


Desde hacía más de una década tenía una estantería sin rematar dando vueltas por la cámara. Le había aplicado un decapado en verde carruaje y verde oliva, que no me disgustaba, pero no terminaba de encontrarle sitio. Hace unas semanas me encontré una plantilla vieja y se me ocurrió modificar el tamaño y terminar el estante; el acabado no es espectacular, aunque queda aceptable.  Como no tenía muy claro el lugar y la altura donde iba a colocarlo, realicé el estarcido en ambas caras de la balda. 
Días después compré en el mercadillo, por cuatro euros, un mantel de algodón muy apropiado para tunearlo. Alternaba espacios adamascados con otros lisos que se me ajustaban bastante bien a la nueva plantilla. Fue muy cómodo de pintar, pues los cambios de textura del propio tejido sirvieron de orientación para colocar la plantilla. El resultado es más que pasable, teniendo en cuenta la inversión de tiempo y dinero efectuada.